¿Qué es un e-surf?
Un e-surf es una tabla de surf eléctrica motorizada que te permite navegar prácticamente en cualquier cuerpo de agua, transformándolo en tu patio de recreo personal. Lo principal es que la profundidad del agua sea de al menos 0.5 metros, e idealmente 1 metro. Estas tablas alcanzan velocidades de entre 40 y 61 km/h, dependiendo del modelo, con una velocidad promedio de 55-58 km/h. La autonomía varía de 30 a 60 minutos con una sola carga, con un promedio de alrededor de 45 minutos. Sin embargo, estas cifras son orientativas y pueden depender del peso del usuario y su estilo de conducción. Un usuario más ligero navegará más rápido y el consumo de energía será menor. También es un factor importante la fuerza con la que aprietes el gatillo del acelerador; si lo mantienes al máximo, la batería se agotará mucho más rápido.
¿Cómo funciona un e-surf?

Todos los e-surfs están equipados con un chorro de agua, que es impulsado por un motor eléctrico. Cuando el usuario aprieta el gatillo del acelerador, el chorro de agua expulsa un potente chorro de agua, que es lo que impulsa la tabla hacia adelante. Este sistema excluye el contacto con las partes móviles, lo que minimiza el riesgo de lesiones. El control del surf se realiza a través de un controlador, que generalmente regula la velocidad con la fuerza de la presión sobre el gatillo, y también ofrece varios modos de conducción, generalmente tres. En algunas tablas, la velocidad se determina exclusivamente por la fuerza de la presión, sin modos adicionales.
¿Qué tan peligrosos son los e-surfs?

Como cualquier deporte acuático, el e-surfing conlleva ciertos riesgos. Para minimizar los peligros, es crucial seguir las medidas de seguridad. Se recomienda usar un casco para proteger la cabeza de posibles golpes contra la tabla, así como usar una correa magnética para los pies, que evitará perder la tabla en el agua. Además, un chaleco especializado con mayor flotabilidad ayudará a reducir las lesiones en caso de caída y proporcionará seguridad adicional.